El sabor del desierto en Sol to Soul
Pioneertown, California, es un lugar surrealista. Construido como plató cinematográfico en la década de 1940 por los cineastas de Hollywood para crear un plató de cine del Viejo Oeste con temática de la década de 1880, que estuviera vivo y respirara, se diseñó originalmente para que las productoras disfrutaran de él mientras utilizaban sus negocios y casas en las películas.
En Pioneertown se rodaron cientos de películas del Oeste y de los primeros programas de televisión, como The Cisco Kid y Judge Roy Bean, de Edgar Buchanan. Sin embargo, ese apogeo hace tiempo que pasó, y el pueblo de cuatro calles es la única civilización entre los kilómetros y kilómetros de montañas polvorientas que conforman el desierto de Mojave, y ofrece a la mayoría de los visitantes artículos de primera necesidad para abastecerse de camino al famoso Joshua Tree.
El vasto desierto californiano es su único vecino en kilómetros al salir del pueblo, y los escasos arbustos le conducen a su nuevo hogar durante su estancia. Alejada de la civilización del pueblo, Sol to Soul es una exclusiva residencia situada en el corazón de las rocas que se encuentran en la ruta del legendario desierto californiano.
Durante el día, esta casa de diseño vanguardista es una lujosa trampa para el sol, con piscina de hidromasaje y jacuzzi de agua salada que puede disfrutarse en la terraza exterior. La barbacoa permite cocinar al aire libre tanto de día como de noche, y cuando el sol se pone, se puede acomodar bajo una manta o acurrucarse alrededor de los troncos que crepitan en la hoguera, disfrutando de la naturaleza local de halcones, conejos, lagartos y pájaros que graznan entre las rocas. Por la noche, el desierto está totalmente oscuro, por lo que podrá apreciar este santuario oculto en su máxima expresión, sin nada que le separe de las estrellas y los sonidos de la naturaleza.
Con total privacidad para cuatro huéspedes, las dos habitaciones dobles ofrecen una base acogedora para dos parejas o solteros; lo suficientemente grande como para acomodar a cuatro personas para cenar en la cocina común hecha a medida, el salón contiguo es un santuario para leer y jugar a juegos de mesa. Sin embargo, la mejor manera de pasar los días es explorando los alrededores a pie, y caminando en todas las direcciones para comprobar el impresionante paisaje.
Con su ubicación aislada –tres millas por un camino de tierra–, la remota propiedad está rodeada de cactus, enebro, mezquite, roble de matorral, árboles de Josué, y dramáticos montones de rocas y el resultado es una moderna casa californiana de dos dormitorios ideal para los huéspedes deseosos de escapar a la naturaleza y disfrutar de unos días de soledad en el desierto.
El interior está perfectamente ejecutado con toques de diseño confortables, como una cama de día Opium y sillas Christian Liagre de Holly Hunt, y una zona de comedor amueblada por Longworth con una mesa de teca de e15 y sillas Voxel de Karim Rashid para Vondom, que ofrece todas las comodidades en un lugar apartado.
Junto con los ventanales del suelo al techo, que garantizan que se pueda ver a kilómetros de distancia, esta casa aparentemente amplia es la base ideal para explorar, y esta utopía contemporánea aprovecha al máximo la luz natural y la privacidad. El mobiliario, sencillo pero ecléctico, combina el arte californiano con las alfombras marroquíes vintage. Asegúrese de reservar una tarde para un Tour de las Estrellas, la Vía Láctea que envuelve la casa cada noche.
