Picasso, los años maravillosos
Tate Modern de Londres presenta una extraordinaria exposición, “Picasso: Amor, Fama, Tragedia” con préstamos del Musée Picasso (París) y MOMA-Museum of Modern Art (Nueva York).
Muestra su mejor época, cuando sus pinturas alcanzaron la máxima sensualidad.
En la vida personal, mantuvo un delicado equilibrio entre su esposa, la bailarina de ballet rusa, Olga Khokhlova y Marie-Thérèse Walter, su amor apasionado y principal musa (1927-1941).
La amante le dio una niña, Maya, conocida por delicados retratos infantiles. Su relación comenzó cuando Walter tenía solo 17 años y el 45. Tuvieron que ser discretos pues ella era menor de edad. Rompieron cuando Picasso pasó a su próxima amante, la fotógrafa surrealista Dora Maar.
Previamente, los retratos realistas de Olga y su hijo Paulo revelan su orgullo paternal y tiernos sentimientos familiares. Pero la primera exhibición de pinturas inspiradas por su joven amante, hizo público el affair secreto.
Su doble existencia entre casas y estudios en Normandía y París, reflejaba su contradicción de vida. Dividido entre bullicio urbano y retiro rural, esposa establecida y amante joven, pintura y escultura, sensualidad y oscuridad …
El affair terminó traumáticamente cuando Marie-Thérèse enfermó tras nadar en un río. Pero la peor tragedia vino cuando, al morir el artista, ella se suicidó.
Picasso tuvo siempre una compleja relación con las mujeres, con sentimientos oscilantes entre extrema ternura y odio violento.
Rechazando el cánon de belleza clásica, representaba a sus amantes explorando su propia sensualidad.
Describió la pintura como «otra forma de llevar un diario«. Su reflejo de este período es sin duda el más delicado, sensual y tierno entre todas sus facetas artísticas. Como camaleón, Picasso reinventó y transformó su arte con la misma frecuencia que su vida privada. Marie-Thérèse ciertamente sacó lo mejor de él.